Las Marcas con Propósito (Purposeful Brands) pueden marcar la diferencia pero solo si van más allá de palabras y promesas. Las Marcas con Propósito, dirigen su misión y acciones, para crear un impacto positivo en el mundo.
El propósito de marca, es un tema cada vez más relevante. Los consumidores quieren saber más de las empresas y productos que consumen y las marcas construir vínculos de confianza con el consumidor.
Los consumidores buscan marcas que se comporten de una manera más responsable; quieren honestidad, transparencia y autenticidad. Quieren elegir marcas que tengan un propósito más allá de los beneficios y demuestren un compromiso para hacer del mundo un lugar mejor.
Para ello, las marcas hacen partícipe a las personas en su movimiento. Que atraigan a empleados, clientes, proveedores e inversores, convirtiendo la aspiración en acción. Éstas utilizan su posición única, su experiencia y capacidades para ofrecer algo que importa a las personas, a la sociedad y al mundo.
Para definir las estrategias que sustentan los propósitos de marca, las empresas han adoptado procesos empáticos y colaborativos; donde se incluyen al consumidor y empleados con la ambición de generar acciones más auténticas y significativas.
Una Marca con Propósito de éxito debe tener el poder de inspirar a cada persona en la empresa, así como al consumidor y a todas las partes interesadas. A nivel externo, éstas marcas incorporarán fidelidad, mientras que a nivel interno atraerán y retendrán el talento dentro del negocio.
Si una marca no tiene un sentido de propósito auténtico, corre el riesgo de convertirse rápidamente en irrelevante. Es la mejor manera de que las empresas se conviertan en agentes sociales más responsables y proactivos. En pocas palabras, las marcas que tengan un comportamiento proactivo hacia su propósito de marca no sólo ayudarán a la sociedad y a la comunidad, sino también gozarán de los beneficios de mantener el interés de su público objetivo.
El propósito debe convertirse en una idea que se expanda y manifieste en las diferentes áreas del negocio y no solo en un diseño de packaging. Las marcas necesitan establecer sus objetivos y demostrar que están trabajando a largo plazo.
Ser una Marca con Propósito, significa llevar incorporado en el ADN los valores y convicciones del negocio, aquello que va más allá del beneficio del producto o de alguna afirmación emocional vacía. Tiene que estar vinculado a la historia del negocio, pero también ser un punto focal para el futuro. Tiene que ser auténtico, propio y sobre todo inspirador tanto para clientes como para empleados.
El propósito no es una táctica, es una estrategia a largo plazo. No es sólo una acción puntual con una organización benéfica o agencias sin ánimo de lucro, debe estar en el ADN de la Compañía y en el corazón de la marca.
En Columna creemos en las marcas que realmente entienden su papel en la sociedad y buscan encontrar y explicar su lado positivo, como Calidad Pascual y bonÀrea.