El Branding es una parte fundamental para la gestión de la marca. El color corporativo, el estilo fotográfico, la tipografía… no son solo importantes de manera estética, sino que son los encargados de trasmitir y comunicar los valores, emociones, fortalezas, pensamientos…
Los recuerdos se forjan a través de los colores, las personas, los olores, las imágenes y los acontecimientos. El crear una experiencia de marca utilizando estos factores para activar respuestas emocionales se ha convertido en el objetivo de las empresas.
¿Por qué es importante la tipografía en una marca?
La tipografía nos rodea en todo momento. La podemos encontrar en los sitios web, productos físicos, anuncios digitales, impresos, televisión, portada de un libro. El uso de tipografía tiene un efecto tan penetrante que la mayoría de las veces termina siendo imperceptible para la mayoría de las personas.
Sin embargo, la tipografía comunica mucha información intangible de la marca, de manera inmediata y emocional. Los lectores responden al tamaño, la forma, el peso y el tipo de color de la letra. Activa en ellos sus propias referencias culturales antes de que realmente se lean las palabras. Utilizando la tipografía correcta es posible crear una fuerte impresión emocional que combinada con mensajes efectivos, puede llevar a una presencia de marca más exitosa.
La tipografía es un elemento esencial del conjunto de herramientas de identidad de marca, junto con el logotipo o los colores.
Mientras que un logo no puede comunicar todo acerca de la marca, puede ayudar a dar a la audiencia señales sobre las características de la empresa. La elección correcta de la tipografía puede ayudar a posicionar la empresa de manera significativa. ¿La marca es empática y accesible, es confiable y creíble, es única?
La tipografía puede ser un potenciador de la marca, que permite crear un conjunto de formas memorables; así como ser un elemento para desmarcarse de la competencia.
3 recomendaciones para el uso de la tipografía en una marca.
Versatilidad.
Hay mucho que comunicar. Se necesita una selección de tipos de letra adecuados que puedan hablar en diferentes tonos y volúmenes dependiendo del contexto. Es importante que las opciones elegidas se complementen y que exista jerarquía.
Enfocarse en los detalles.
La cantidad de espacio entre letras, palabras y líneas puede afectar la percepción general del mensaje o el contenido. Por ejemplo, si se quiere evocar una sensación de elegancia y lujo hay que prestar especial atención al interletrado (espaciado entre las letras) en el logotipo y los titulares. A menudo añadiendo más espacio entre letras.
Invertir en calidad.
Existen miles de tipografías. Los matices de peso, altura, ancho, trazos gruesos y delgados, así como el modo en que las letras se relacionan entre sí, deben ser cuidadosamente calibrados por un profesional de la tipografía.
La tipografía es una herramienta poderosa que, si se le da la atención que necesita, puede ser un aspecto del negocio increíblemente valioso a medida que se construye la marca y puede transmitir un mensaje y personalidad de una manera auténtica, discreta y eficaz.